Debido a la cantidad de solicitudes de información por parte de muchos ciudadanos a raíz de las informaciones sobre la apertura de juicio oral y depósito de fianza, "Salvemos Lo Ferrís" convoca mañana viernes una asamblea general en el césped de Mar Azul a las 19.00h. en Torrevieja Alicante

CONVOCATORIA DE PRENSA –Viernes, 24 de agosto de 2018


Salvemos Lo FerrísSalvemos Lo Ferrís te convoca mañana a las 18.30h en el césped de Mar Azul (Paseo de los Conquistadores) en Torrevieja Alicante.
A las 19.00h se celebrará una asamblea general informativa para dar a conocer los últimos avances en la protección del paraje (aprobación del Pativel), los trabajos de deslinde de la cañada real de la costa a su paso por Torrevieja, la apertura de juicio oral contra uno de los miembros de la asociación y las próximas acciones, sobre todo las campañas para pagar la fianza interpuesta.

COMUNICADO:

¿Te has acostumbrado ya a que un muro forme parte del paisaje en el entorno natural de Lo Ferrís? Quizá camines por allí todos los días, pases en bicicleta o vayas a la cala a desconectar de la ciudad y de las playas masificadas. Tal vez te topas contra un muro y piensas que es inevitable que esté allí, igual que lleva décadas el de la parte sur.

Conviene que sepas que desde hace dos años unos cuantos vecinos peleamos contra lo que consideramos una injusticia. Cuando se marchan los residentes estivales somos cuatro gatos, a veces cinco, como mucho seis. Nuestras armas son pocas: perseverancia y tesón. Sin fondos, nuestros únicos recursos son nuestras ganas, tiempo y convicciones. Y así, poco a poco, hemos ido logrando algunas cosas.

Sabemos que con el muro en pie es difícil ver los resultados. El logro más tangible sería su derribo. Pero igual que no se puede tapar el sol con una mano, tampoco un vallado puede ocultar un camino.

Es un trabajo de largo recorrido. No apto para impacientes. Cada paso requiere plazos y trámites. A veces sucumbimos al desánimo. Pero los unos tiramos de los otros.

A menudo sobrevuelan las mentiras. Primero dijimos que la cañada real de la costa pasaba por el paraje. Mantuvimos que podría tratarse de usurpación porque el muro estaría invadiendo parte de este camino público. Lo negaron. Lo demostramos. Hasta la Conselleria lo ha reconocido en varios informes, y el Ayuntamiento ha tenido que revisar la licencia de obra. Todo ello ha hecho que la Administración comience a clasificar la cañada para determinar su anchura y trazado como paso previo a su deslinde.

La presión, los escritos y la asistencia a reuniones y actos hicieron que Lo Ferrís fuera ganando peso en el Plan de Acción Territorial de la Infraestructura Verde del Litoral, el conocido Pativel, que da más protección al paraje y lo califica de “ventana al mar”.

Estos logros, aparentemente pequeños, son heridas en un gigante que da coletazos; un gigante con los pies de barro que nos obliga a nosotros a andar con pies de plomo. Tenemos que medir cada palabra y acción aún más si cabe. Siempre nos ha caracterizado la prudencia. No hemos vertido acusaciones porque sí ni mucho menos con conocimiento de falsedad. Tenemos la conciencia tranquila y mantenemos todo lo que hemos dicho. No lo hacemos por cabezonería o terquedad ni con ánimo difamatorio, sino por convicción.

No actuamos para hacer daño, sino para defender lo nuestro. Hemos visto lo fácil que es ir contra uno. Tocan a uno, respondemos todos. Acabamos de constituir la Asociación Salvemos Lo Ferrís. En la práctica siempre hemos actuado como asociación, pero ahora ya es una entidad jurídica después de inscribirla en el registro de la Comunitat Valenciana.

Ha sido un paso casi obligado, para protegernos, después de que la empresa propietaria de una parte del palmeral interpusiera una querella criminal por calumnias contra uno de los miembros de la asociación, un vecino más.

¿Su delito? Los nuestros: decir “muro de la vergüenza”, denunciar “la ocupación ilegal de una parte de la cañada real”, valorar que “la empresa habría incumplido reiteradamente su obligación de pedir autorización” y hacernos eco de las palabras de un fiscal medioambiental que afirmó que el vallado supone una infracción tipificada en el código penal contra la cañada real al usurparla y dañarla.

También se nos acusa de hablar de especulación urbanística, cuando la propia empresa propuso al Ayuntamiento ceder el palmeral a cambio de que les dejara construir en la zona contigua a la carretera.

Y se nos acusa de denunciar que el querellante estaría provocando el abandono y la degradación de la cala y el palmeral desde hace décadas, cuando la propia conselleria dice que el tipo de vallado no es el adecuado para la flora y la fauna. ¿Abandono? Sólo hay que darse una vuelta por este entorno para ver el estado actual de las palmeras, tanto las que están en terreno privado como también en el público.

Es pura y llanamente ley mordaza. Es ir contra la libertad de expresión, una expresión que siempre hemos fundamentado en hechos. Han ido a darnos donde más duele para callarnos, el bolsillo de un ciudadano de a pie. Nos llevan a juicio y nos obligan a pagar una fianza diabólica de 6.666,66 euros. Lo de diabólica va por el número. No nos denuncien por eso.

Pero al fin y al cabo es sólo dinero. En otros lugares asesinan a los defensores de la naturaleza. A otros los acusan de supuestos delitos, los presionan y les ponen trampas.

No atacan a uno, atacan el paisaje, las costumbres, la tradición, la cultura, la historia y la identidad de todo un pueblo.

Esperemos que la señora justicia lleve los ojos vendados para no hacer distinciones entre ciudadanos y no porque no vea más allá de sus narices.

Es David contra Goliat. Es ir a la guerra con un tenedor. Pero juntos somos más fuertes.

En los próximos días vamos a abrir una campaña de crowdfunding (micromecenazgo o financiación colectiva) para responder a la fianza mediante apoyo mutuo y solidaridad. Es una caja de resistencia. Camina junto a los soñadores, a los que confían, a los que tienen coraje, a los alegres y a los que actúan para dejar el mundo mejor de lo que lo encontraste. Con los pies en la tierra